(Fuente> "Constanzanews")
Valle Encantado
Valle Nuevo es un hermoso paraje ubicado 25 kilómetros al sur de Constanza, con una altitud de 2,250 metros sobre el nivel del mar, por Io que la temperatura allí es muy fría y, en nuestro invierno tropical, con frecuencia baja a los 0 grados centígrados. Tiene una flora muy rica y variada en la que destacan los pinos del género Pinus Occidentales y los llamados pajones, que son una gramínea cuyo nombre científico es Danthonia domingensis.
El valle está conformado por varias sabanas de moderado tamaño: de la Cañada, de la Vuelta, de la Cruz, de Pajón Prieto, de Los Flacos, Aita, de los Mogotitos, del Guano, Sin Provecho y Los Vallecitos de Carlos, también está Sabana Quéliz, que lleva ese nombre en honor a una destacada estirpe de Constanza que llevaba sus animales a pastar allí y Sabana Los Robles en honor a un señor de apellido Robles, oriundo de Jarabacoa, que hacia 1912 construyó en ella un rancho para cuidar él mismo su ganado.
Como el lugar está a menudo cubierto de una espesa niebla y la vegetación es muy frondosa, lo que impregna el valle de un aire misterioso, la imaginación popular a la que se daba rienda suelta en las frías veladas nocturnas alrededor de los fogones en las cocinas de los bohíos, no tardó en hilvanar la fantástica historia que se ha transmitido de generación en generación: la leyenda del Valle Encantado. Esta historia fue documentada por primera vez en abril de 1930 en un artículo que el Dr. Juan B. Pérez dedicara a la sociedad dominicana de Geografía e Historia de Santo Domingo y a la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de Santiago.
Cuenta esta leyenda que el Valle Encantado se ubica en una remota región de Valle Nuevo donde existe un gran silencio y una densa y permanente neblina, a la que no ha logrado penetrar ningún montero, a lo que muchos de ellos aseguran que en su recorrido en busca de puercos cimarrones, han visto el valle a lo lejos y escuchado el canto de los fallos y el ruido del los pilones al majar el café. Se dice que el lugar estuvo habitado por un señor de La Vega o Santiago, que se refugió en ese apartado paraje con dos esclavos y su fortuna, que llegó a lomo de mulos y que enterró a los pies de un árbol que sembró al efecto.
Al morir el amo y uno de sus esclavos, el otro trató de regresar a un paraje habitado, sin poder explicar de dónde venía, por lo que la fortuna quedó enterrada al pie del árbol que servía de señuelo.
Agrega la leyenda que en la travesía se rompió una paila, por lo que se conoce con el nombre de La Paila la loma donde eso ocurrió.
Otra variante de la leyenda da cuenta de que fue un cacique indígena quien se recluyó en el valle con parte de su tribu y sus riquezas, luego de una derrota sufrida a mano de los españoles. La versión más fabulosa relaciona el valle con una ventana dimensional por donde en determinada época del año, se puede penetrar a tiempos paralelos de la vida, según Io indica Tony Raful en su artículo Analizan mito del Valle Encantado, publicado el 24 de enero de 1999 en el periódico Ultima Hora. Todo esto ha provocado innumerables expediciones, tratando de buscar respuestas a esta curiosidad, esta curiosidad sigue vigente en la actualidad, por lo que seguirán las expediciones, pero es bueno aclarar que deben hacerse acompañar por un buen guía o montero conocedor de la zona.
Protección y estatus oficial: Valle Nuevo fue declarado Reserva Científica Natural en 1983, y al parecer Parque Nacional Juan Bautista Pérez Rancier en 1996. El único problema es que los límites de protección no se han establecido, y salvo un par de puertas con centinelas en los dos extremos de la carretera, los demás puntos parecen imaginarios.
Reserva Científica Ébano Verde
Está reserva científica está ubicada en la zona oriental de la Loma Casabito, en la provincia Monseñor Noel (Bonao). Tiene 29 kilómetros cuadrados. Originalmente fue creada con 23.1 kilómetros cuadrados. Protege al ébano verde, un árbol de madera preciosa, casi en extinción.
Fue la primera área natural protegida bajo administración privada. La Fundación de Mejoramiento Humano Progressio tiene a su cargo la administración del área desde su creación en 1989. Esta organización privada ha adquirido terrenos en las inmediaciones de la Reserva y las entregó en propiedad al Estado para aumentar el área bajo protección.
Esta Reserva Científica protege, además, los nacimientos de los ríos Camú, Jimenoa y Jatubey, cuyas cuencas nacen dentro del área protegida.
El área protegida abarca territorio de las provincias de La Vega y Monseñor Nouel, en los municipios de Jarabacoa, Constanza, Bonao y La Vega.
Se tiene un acceso relativamente fácil desde la carretera que conduce desde Bonao, en el llamado Cruce del Abanico, hacia Constanza. Las tierras de la Reserva van desde los 800 metros de altura hasta los 1,565 en la Loma La Golondrina. Las lluvias en esta Reserva registran entre los 1,500 milímetros cúbicos y los 3,000 milímetros cúbicos anuales, Io que la convierten en una de las zonas más húmedas del país.
Estas aguas abastecen a la ciudad de La Vega y a las presas de Tavera, a través del río Jimenoa, la presa Rincón, a través del río Jatubey.
Es una de las zonas con mayor cantidad de plantas endémicas. Se han reportado 621 especies de plantas vasculares, de las cuales 1 53 son endémicas de La Hispaniola.
El ébano verde, cuyo nombre científico es Magnolia pallescens, es un árbol de madera preciosa. Hay otras especies, algunas muy especiales, como la carnívora Pinguicola casabitoana, la que se creía extinta hasta que fueron encontrados algunos ejemplares hace unos siete años en el Pase Baño de Nubes, en la loma Casabito.
Este Paseo es uno de los panoramas más espectaculares que se pueden observar en esta parte de la Reserva que puede ser visitada por el público.
Otra de las especies más notables de la Reserva es el llamado palo de viento, cuyo nombre científico es Didymopanax tremulus, que se caracteriza porque sus hojas se mueven constantemente al ritmo del viento, también están el pino criollo o Pinus occidentalis, y el sangre de pollo o Mecranium amìgdalinum.
Hay además diez especies de reptiles y ocho de anfibios. Se han encontrado familias de solenodonte un mamífero único de la Hispaniola que se encuentra en vías de extinción.
Visitas
Como Reserva Científica esta zona no permite las visitas, aunque se han habilitado algunas áreas de la periferia para que los turistas puedan apreciar el motivo de la conservación de este recurso.
En la Loma Casabito, en la carretera de Bonao a Constanza, existe la Estación Casabito.
A este lugar se accede desde la carretera a Jarabacoa por un camino escarpado.
Son dos kilómetros desde la carretera hasta el borde de la Reserva. En este punto hay una estación de antenas de comunicación.
Valle Nuevo es un hermoso paraje ubicado 25 kilómetros al sur de Constanza, con una altitud de 2,250 metros sobre el nivel del mar, por Io que la temperatura allí es muy fría y, en nuestro invierno tropical, con frecuencia baja a los 0 grados centígrados. Tiene una flora muy rica y variada en la que destacan los pinos del género Pinus Occidentales y los llamados pajones, que son una gramínea cuyo nombre científico es Danthonia domingensis.
El valle está conformado por varias sabanas de moderado tamaño: de la Cañada, de la Vuelta, de la Cruz, de Pajón Prieto, de Los Flacos, Aita, de los Mogotitos, del Guano, Sin Provecho y Los Vallecitos de Carlos, también está Sabana Quéliz, que lleva ese nombre en honor a una destacada estirpe de Constanza que llevaba sus animales a pastar allí y Sabana Los Robles en honor a un señor de apellido Robles, oriundo de Jarabacoa, que hacia 1912 construyó en ella un rancho para cuidar él mismo su ganado.
Como el lugar está a menudo cubierto de una espesa niebla y la vegetación es muy frondosa, lo que impregna el valle de un aire misterioso, la imaginación popular a la que se daba rienda suelta en las frías veladas nocturnas alrededor de los fogones en las cocinas de los bohíos, no tardó en hilvanar la fantástica historia que se ha transmitido de generación en generación: la leyenda del Valle Encantado. Esta historia fue documentada por primera vez en abril de 1930 en un artículo que el Dr. Juan B. Pérez dedicara a la sociedad dominicana de Geografía e Historia de Santo Domingo y a la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de Santiago.
Cuenta esta leyenda que el Valle Encantado se ubica en una remota región de Valle Nuevo donde existe un gran silencio y una densa y permanente neblina, a la que no ha logrado penetrar ningún montero, a lo que muchos de ellos aseguran que en su recorrido en busca de puercos cimarrones, han visto el valle a lo lejos y escuchado el canto de los fallos y el ruido del los pilones al majar el café. Se dice que el lugar estuvo habitado por un señor de La Vega o Santiago, que se refugió en ese apartado paraje con dos esclavos y su fortuna, que llegó a lomo de mulos y que enterró a los pies de un árbol que sembró al efecto.
Al morir el amo y uno de sus esclavos, el otro trató de regresar a un paraje habitado, sin poder explicar de dónde venía, por lo que la fortuna quedó enterrada al pie del árbol que servía de señuelo.
Agrega la leyenda que en la travesía se rompió una paila, por lo que se conoce con el nombre de La Paila la loma donde eso ocurrió.
Otra variante de la leyenda da cuenta de que fue un cacique indígena quien se recluyó en el valle con parte de su tribu y sus riquezas, luego de una derrota sufrida a mano de los españoles. La versión más fabulosa relaciona el valle con una ventana dimensional por donde en determinada época del año, se puede penetrar a tiempos paralelos de la vida, según Io indica Tony Raful en su artículo Analizan mito del Valle Encantado, publicado el 24 de enero de 1999 en el periódico Ultima Hora. Todo esto ha provocado innumerables expediciones, tratando de buscar respuestas a esta curiosidad, esta curiosidad sigue vigente en la actualidad, por lo que seguirán las expediciones, pero es bueno aclarar que deben hacerse acompañar por un buen guía o montero conocedor de la zona.
Protección y estatus oficial: Valle Nuevo fue declarado Reserva Científica Natural en 1983, y al parecer Parque Nacional Juan Bautista Pérez Rancier en 1996. El único problema es que los límites de protección no se han establecido, y salvo un par de puertas con centinelas en los dos extremos de la carretera, los demás puntos parecen imaginarios.
Reserva Científica Ébano Verde
Está reserva científica está ubicada en la zona oriental de la Loma Casabito, en la provincia Monseñor Noel (Bonao). Tiene 29 kilómetros cuadrados. Originalmente fue creada con 23.1 kilómetros cuadrados. Protege al ébano verde, un árbol de madera preciosa, casi en extinción.
Fue la primera área natural protegida bajo administración privada. La Fundación de Mejoramiento Humano Progressio tiene a su cargo la administración del área desde su creación en 1989. Esta organización privada ha adquirido terrenos en las inmediaciones de la Reserva y las entregó en propiedad al Estado para aumentar el área bajo protección.
Esta Reserva Científica protege, además, los nacimientos de los ríos Camú, Jimenoa y Jatubey, cuyas cuencas nacen dentro del área protegida.
El área protegida abarca territorio de las provincias de La Vega y Monseñor Nouel, en los municipios de Jarabacoa, Constanza, Bonao y La Vega.
Se tiene un acceso relativamente fácil desde la carretera que conduce desde Bonao, en el llamado Cruce del Abanico, hacia Constanza. Las tierras de la Reserva van desde los 800 metros de altura hasta los 1,565 en la Loma La Golondrina. Las lluvias en esta Reserva registran entre los 1,500 milímetros cúbicos y los 3,000 milímetros cúbicos anuales, Io que la convierten en una de las zonas más húmedas del país.
Estas aguas abastecen a la ciudad de La Vega y a las presas de Tavera, a través del río Jimenoa, la presa Rincón, a través del río Jatubey.
Es una de las zonas con mayor cantidad de plantas endémicas. Se han reportado 621 especies de plantas vasculares, de las cuales 1 53 son endémicas de La Hispaniola.
El ébano verde, cuyo nombre científico es Magnolia pallescens, es un árbol de madera preciosa. Hay otras especies, algunas muy especiales, como la carnívora Pinguicola casabitoana, la que se creía extinta hasta que fueron encontrados algunos ejemplares hace unos siete años en el Pase Baño de Nubes, en la loma Casabito.
Este Paseo es uno de los panoramas más espectaculares que se pueden observar en esta parte de la Reserva que puede ser visitada por el público.
Otra de las especies más notables de la Reserva es el llamado palo de viento, cuyo nombre científico es Didymopanax tremulus, que se caracteriza porque sus hojas se mueven constantemente al ritmo del viento, también están el pino criollo o Pinus occidentalis, y el sangre de pollo o Mecranium amìgdalinum.
Hay además diez especies de reptiles y ocho de anfibios. Se han encontrado familias de solenodonte un mamífero único de la Hispaniola que se encuentra en vías de extinción.
Visitas
Como Reserva Científica esta zona no permite las visitas, aunque se han habilitado algunas áreas de la periferia para que los turistas puedan apreciar el motivo de la conservación de este recurso.
En la Loma Casabito, en la carretera de Bonao a Constanza, existe la Estación Casabito.
A este lugar se accede desde la carretera a Jarabacoa por un camino escarpado.
Son dos kilómetros desde la carretera hasta el borde de la Reserva. En este punto hay una estación de antenas de comunicación.
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